Club de Campo Villa de Madrid
Suele calificarse al golf como el juego de la paciencia. Cuando se va a jugar al Club de Campo Villa de Madrid es posible que la paciencia se haya agotado cuando se llega al tee del 1 si se ha tenido que pasar por la pesada burocracia de la secretaría del club para coger la inútil tarjeta de correspondencias (puesto que luego no se pide) y ser atendido por unas oficinistas claramente desmotivadas con su profesión, con la vida en general y con la falta de fibra en su dieta, en particular.
Existen dos recorridos de 18 hoyos en este campo: el amarillo y el negro. Sin saber por qué los hoyos de los dos recorridos aparecen muchas veces entremezclados. Ello hace que el tiempo de juego se prolongue por las notables distancias que existen entre hoyo y tee y las confusiones que pueden darse al llegar a un tee que pertenece al otro recorrido.
El campo presenta importantes desniveles que hacen muy duro el recorrido y dificultan la elección del palo cuando no se conoce el campo. Además, dado que el campo se construyó sobre las trincheras que dejó la guerra civil en el cerco de Madrid, algunas calles presentan notables ondulaciones que suelen dejar la bola a distinta altura de la de los pies.
La primera parte del recorrido amarillo es mucho más interesante desde el punto de vista golfístico y estético. Es en esta primera vuelta donde se pueden apreciar el sky line de Madrid, desde los rascacielos de la Castellana hasta la Almudena y San Francisco el Grande.
Algunos hoyos son muy estratégicos al dar varias opciones en la salida por los pronunciados dog legs (hoyos tres y ocho) o por riachuelos que cortan las calles (hoyo 6). Los pares 5 son de dificultad muy distinta según sean cuesta arriba (hoyo 9) o cuesta abajo (hoyo 5).
El cuidado y estética del campo es muy mejorable: las calvas y pequeños yermos son muy frecuentes entre calles, los riachuelos que atraviesan el campo están desecados con arena y escombros, y no hay especiales detalles de jardinería que se pueden apreciar en otros campos de solera.
Y de vulgares u ordinarias cabe calificar también a las instalaciones del club que resultan viejas (la tienda parece que se va a caer en cualquier momento), descuidadas y rancias (¡esa moqueta parda del vestuario pide a gritos su jubilación!). La oferta gastronómica es de mera supervivencia. Los menús del día y platos combinados que ofrece su cafetería parecen sacados del más mediocre menú escolar.
En definitiva, que a pesar de su cercanía a la ciudad de Madrid, jugar en el recorrido amarillo del Club de Campo Villa de Madrid no compensa las dificultades y molestias que deben superarse para ello.
Valoración del campo
I.- Categoría: Albatros/Eagle/Birdie/Par/Bogey
II.- Dificultad de juego: alta
III.- Belleza: 6
IV.- Dureza física: alta
V.- Servicios (atención, vestuarios, cafetería, etc.): 2
VI.- Gastronomía: 4
VII.- Entorno próximo: 8
VIII.- Singularidad: masificación y burocracia
VIII.- Acceso a web
Valoración, comentarios y fotografías efectuados por el colaborador de Navarrasport, JFA.
Comentarios
Enviar un comentario nuevo